La Tunda es un personaje mitológico de la región Pacífico
norte ecuatoriano, especialmente de la comunidad afroamericana; descrita como
una mujer monstruo con similaridades con un vampiro que atrae a las personas hacia
los bosques y los retiene cautivos allí. A veces adopta la forma de un ser
querido, como parecerse a la madre de un niño, con lo que logra atraer al niño
hacia el bosque, allí los alimenta con langostinos especiales (camarones peídos) para así mantener a sus víctimas dóciles
en una especie de estado de trance. Esto es denominado entundamiento y se dice
que una persona se encuentra entundado(a).
Cuando la persona ha sido entundada empieza a creer que la tunda es la mujer mas hermosa, para luego convertirse en su esclavo y servirla por el resto de su vida o hasta que la tunda se aburra y lo deje vagando por la selva. Se sabe que cuando la Tunda se aparece empiezan a volar mariposas blancas y caer de los arboles cocos recién pelados; de esta manera las personas se dan cuenta que la tunda esta cerca.
La apariencia física de la tunda es la de una negra fea con una pata de remolinillo y unas manos grandes y llenas de ampollas. En la cultura afroamericana se dice que a la tunda se la puede ahuyentar o cazar con látigos y con perros debido a que la Tunda huye de estas dos cosas.
Este personaje mítico
es el “inventado” necesario cuando las conversaciones sobre este tema se
realizan.
Existen varias versiones sobre la Tunda, a nivel tanto de su
apariencia física así como de lo que ella hace; no obstante ello, la mayoría de
versiones coinciden en decir que es un viento malo que adopta la forma de mujer
y que es distinguible por cuanto unos de sus pies “chiquitos”, como de niño y
el otro es una cruz de madera o pie de molinillo. Este personaje lleva al monte
a jóvenes de ambos sexos donde les alimenta de camarones cocinados en su
“trasero”. En algunas versiones se afirman que la tunda cohabita con la persona
quien lleva, en otras se manifiesta que los mata.
Una vez reportara la pérdida
de un joven, presuntamente secuestrado por la tunda, se organizan caravanas
para su búsqueda. Dentro de quienes van, necesariamente deberá ir el padrino o
madrina del perdido. Quien ha sido raptado por la Tunda y puede escapar de
ella, nunca regresa en estado normal, queda “entundado” o “alelado” para siempre.
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